¿La jueza Preska de Nueva York puede condenar a la Argentina a entregar YPF?

El 30 de junio de 2025 la jueza estadounidense Julieta Preska, del distrito federal sur de Nueva York, sucesora 

del tristemente célebre juez "pro buitres" ya fallecido Thomas Griesa, acaba de dictar una sentencia contra el Estado Argentino. Dice que debemos entregar el 51% de las acciones de la empresa YPF, símbolo de nuestra soberanía, al fondo buitre Burford testaferros de la familia Eskenazi, a su vez antiguos testaferros del ex presidente Nestor Kirchner. El fallo es írrito y convalidaría un gran negociado y la mayor estafa de todos los tiempos a todos los argentinos y a su Estado. 

La historia completa comienza con la muerte harto dudosa del presidente de la empresa petrolera YPF, el muy eficiente ingeniero José Estenssoro. Este ingeniero había convertido a YPF en una sociedad anónima mixta, en parte privada y en parte estatal. El Estado Argentino era dueño de la “acción de oro” que le daba poder de veto en el Directorio. Así la empresa tuvo pozos petrolíferos, no solamente en Argentina, sino también en Ecuador, Venezuela e Indonesia. Bajo su conducción férrea YPF se volvió altamente rentable: una joya muy valiosa. 

Lamentablemente, el Presidente Menem, para paliar los déficits externos de la cuenta corriente de la balanza de pagos, y luego de la muy misteriosa y no esclarecida muerte de Estenssoro, cometió el error gravísimo de vender la empresa nacional YPF al Reino de España. Una operación de un monto de 25 mil millones de dólares, que algunos consideran de dudosa honestidad, y en la que intervinieron el Rey de España Juan Carlos I, Felipe González, Carlos Menem y el ministro Dr. Roberto Dromi. Menem y Dromi cedieron incluso la “acción de oro” del Estado Argentino, que le daba a nuestro país el poder de veto, al Reino de España. España se apoderó de los pozos petroleros de YPF localizados en Ecuador, Venezuela e Indonesia, y vació a la empresa de sus reservas de petróleo y gas en la Argentina. 

Años después, el Presidente Néstor Kirchner quiso retomar personalmente el control de YPF por medio de sus amigos “testaferros”, la familia Eskenazi. Esta familia, con Kirchner detrás, compró a la fuerza el 25% de las acciones de YPF a pagar con los propios dividendos que daba YPF y a las calendas griegas. Esta compra se hizo con dos empresas fantasmas, una que “compró” el 14,5% de las acciones de YPF y otra el 9,5%. El gerente general de YPF pasó a ser el hijo de Sebastián Eskenazi, quien obedecía las instrucciones del Presidente Nestor Kirchner. Evidentemente se trataba de un operativo mayúsculo de corrupción para forzar la “nacionalización” parcial YPF, ya expoliada por los españoles. El problema fue que Néstor Kirchner luego falleció, y los Eskenazi, al no haber contra-documentos, reclamaron la propiedad del 25% de las acciones de YPF, desconociendo la herencia de Cristina Kirchner y sus hijos. 

Cuando luego se descubrieron las inmensas riquezas de petróleo y gas no convencional de Vaca Muerta, la Presidente Cristina Kirchner consideró que no podía dejar esas riquezas en manos de los Eskenazi y el Reino de España. Por lo tanto, por medio de su Ministro de Economía, Axel Kiciloff, logró que el Congreso de la Nación, en un acto de Derecho Público, y haciendo uso del poder constitucional de expropiar por causas de utilidad pública que otorga al gobierno nacional nuestra Constitución, expropió el 51% de las acciones de YPF a favor del Estado Nacional y removió al hijo de Eskenazi de la gerencia general de YPF. La presidente Cristina Kirchner consideraba que, en todo caso ella, y sus hijos, eran los verdaderos dueños de las acciones de los Eskenazi, como herederos naturales del verdadero propietario, Nestor Kirchner y no los Eskenazi que eran meros testaferros de su marido fallecido. No podía permitir que la familia Eskenazi se quedase con toda esa inmensa riqueza.  

¿Qué hicieron entonces los Eskenazi? Usaron al fondo buitre Burford, especializado en hacer juicios “truchos” en Nueva York demandando al Estado argentino por no cumplir el estatuto de YPF que establecía que quien tuviera más del 15% de las acciones de YPF, debía hacer una compra por el 100% de las acciones. Esto tenía algún color porque las acciones de YPF cotizaban en la bolsa de Nueva York. 

La jueza federal del distrito sur de Nueva York, desconociendo que la maniobra de los Eskenazi-Burford se fundaba en varios delitos previos de fraude y estafa, y olvidándose además que la tenencia del 51% de las acciones del Estado Argentino no provenía de una simple compra de acciones, sino una “expropiación” de “Derecho Público” aprobada por el Congreso Argentino y fundada en en los poderes que la misma Constitución Argentina confiere al Estado Nacional, condenó a la República Argentina. Como si fuera el comprador un simple ciudadano particular idiota, la condenó a pagar una indemnización de 16 mil millones de dólares a la República Argentina y a favor de Burford-Eskenazi. 

Peor aún es que el actual Presidente Milei afirmó públicamente que había que pagar esos 16 mil millones de dólares, y designó como abogado del Estado Argentino ante la Corte de Apelaciones de Nueva York a un ex abogado de los Eskenazi, para que defienda los derechos soberanos de la Nación Argentina. Y por supuesto, no nos referiremos al nebuloso caso $LIBRA, que complica a Milei y que está bajo investigación judicial en la Argentina y Estados Unidos.

 

¿Desconoce Milei el Derecho Internacional Público y Privado y la Constitución de la Nación Argentina? 

Una sentencia extranjera contra el Estado argentino requiere de un “exequátur”. Es decir una convalidación de la Justicia Argentina antes de hacer el pago correspondiente, de acuerdo a lo que prescribe el art. 517, inc. 4 del Código de Procedimientos Civil y Comercial y la Constitución Nacional Argentina. Además ésta confiere el carácter de “Suprema” a nuestro más alto tribunal de Justicia. Lo cual daría una gran fuerza al Estado Argentino para rechazar y denunciar las múltiples maniobras fraudulentas y delictivas de los Eskenazi, ex socios del oculto Nestor Kirchner. 

Al referirnos con detalles al caso YPF estamos refiriéndonos al segundo mayor ejemplo entre cientos de otros casos que explican dramáticamente la pobreza y la decadencia de nuestro país y la fuerte caída de su PBI per cápita en el concierto de las naciones. La Argentina de los últimos 50 años fue expoliada por los déficits fiscales, los nombramientos de favor, el tipo de cambio bajo, o directamente, por algunos de sus políticos autores de una corrupción monumental. Todo lo que escribimos y recordamos aquí es de conocimiento publico[3] y ya ha sido denunciado por la ex diputada Elisa Carrió ante el Juez de Comodoro Py Ariel Lijo, quien “durmió” el expediente, y está en documentos publicados por la hija de Estenssoro, la senadora María Eugenia Estenssoro, el abogado Ricardo Paz y Herrera, de los gremios de YPF, y el periodista de La Nación, Carlos Pagni en el gran diario argentino de propiedad de los descendientes del ex Presidente General Bartolomé Mitre[4]. La falta de verdaderos estadistas y de un servicio civil competente, decente y patriótico permite entender la decadencia macroeconómica Argentina, y volverla inteligible.  

Aclaro que la expropiación del 51% de las acciones ejecutada por el ministro Kicillof en 2012 y aprobada por una gran mayoría en el Congreso de la Nación Argentina, casi por unanimidad, era la solución correcta. La Constitución de la Nación Argentina en su artículo 17 autoriza las expropiaciones por causa de utilidad pública. Si se hubiese expropiado el 100% de las acciones habría que haberles pagado también el 25% de las acciones a los Eskenazi, quienes no pusieron un peso ni un dólar en la compra de las acciones de YPF por ser meros testaferros de Nestor Kirchner. Los Eskenazi incluso y como ya mencioné arriba, al no existir contra-documentos desconociendo la herencia trucha de ese 25% que hubiera correspondido a Cristina Kirchner e hijos como herederos legítimos de Nestor Kirchner, el “verdadero” y fraudulento dueño. Por eso el Presidente Milei está equivocado al criticar al ministro Kicillof, ahora Gobernador de Buenos Aires, a menos que considere que habría que favorecer a los Eskenazi y Cristina Kirchner e hijos, los supuestamente "verdaderos propietarios”.


[3] Ver “Economía Política Argentina”, Editorial La Ley, por Eduardo Conesa Luis Rey y Gustavo Zunino, págs 403 a 412

[4] Ver al respecto,  las citas de  libro “ECONOMÍA POLÍTICA ARGENTINA” por Eduardo Conesa, Luis Rey y Gustavo Zunino; EDITORIAL LA LEY, 2024, págs 406, 407 y 410


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